Esta frase se decía en los Carnavales de mi niñez, cuando la gente apenas se ponía un antifaz o una careta para disfrazarse. Ahora es otra cosa y supongo que todos conocen o han oído hablar de los Carnavales de Tenerife.
Pero no vengo hoy a hablar de algo tan lúdico, sino de las mascarillas obligatorias, por si hay alguien que todavía no lo sepa.
No pensé yo en los primeros días de la pandemia, que llegáramos a la situación que estamos viviendo hoy, seis meses después... y lo que nos queda.
Mi hija fue la primera que me pidió que le hiciera una, y luego varias más de la forma que ella prefiere
y aunque yo ni salía a la calle en esos días, también me hice alguna. Aquí les dejo unas cuantas fotos, de algunas que he hecho, y que he ido mejorando en cuanto al elástico o al filtro.
Para guardarlas, hice primero unas carteritas de plástico con una cinta al bies a juego, sobre todo para los chicos, pero mi hija no es amiga de plásticos, y me aconsejó que cambiara para las de tela, que ya enseñaré en el siguiente post, para que esto no se haga tan largo.
Por cierto, que en las mercerías y tiendas de este estilo en mi ciudad, falta mucho material de este tipo e incluso se ven las colas mañaneras antes de que abran las tiendas para comprar telas, filtros o elásticos. Espero que no estén barruntando un nuevo confinamiento, aunque hay gente que no lo descarta...