29 de junio de 2018

BOLSO Y FUNDA E-BOOK



El mismo día que le entregué a Gustavo el cojín de Damita que les mostré en el pasado post, le llevé a Margary su regalo de cumpleaños, también con retraso...
Como él le había comprado un e-book, pensé hacerle una funda para que lo tuviera protegido cuando vayan de playita (si es que llega el buen tiempo...).



Compré en Entretelas (La Laguna) esta tela con imágenes de Frida Khalo (en bonita) que me encantó desde que la ví, y seguí el tutorial de Ana Leal Patchwork, para "Funda móvil" adaptando las medidas. Desde aquí, mi agradecimiento.
Por dentro, una tela naranja de contraste y un broche imán de cierre para que no hiciera mucha presión sobre el e-book.



Y ya puesta, me dije, vamos a aprovechar la tela para hacerle un bolso a conjunto.
Con éste tuve algunos "problemitas" a la hora de seguir el tutorial. Por el exterior pretendía llevarme por el paso a paso de Ana Leal Patchwork, que en Youtube hace un "bolso con cremallera" que me gustó mucho y me pareció asequible para mis entendederas.



La dificultad surgió cuando le añadí por mi cuenta bolsillos en el interior, uno con una pequeña cremallera y otro sin ella, porque a la hora de llegar a la última parte del bolso, donde hay que coser el borde para que la cremallera quede oculta, se quedaban "trincados" los bolsillos internos.



Después de algunas maldiciones, no ví mejor solución que quitarle la cremallera y añadirle una solapita (ya casi no me quedaba tela... ni tiempo) con un botón decorativo y un broche imán para que quedara un poco cerrado el bolso.
Aquí el conjunto de las dos piezas



Las asas se las hice con cinta de mochila en color naranja a juego con la tela del interior, y por dentro hasta le añadí un mosquetón para que pusiera las llaves.
Creo que al final quedó mejor de lo que me temía.



Margary es muy agradecida y no le vio ningún fallo. Se quedó encantada con el regalo y yo más de que le haya gustado.


21 de junio de 2018

D A M A



Les había comentado que estaba haciendo un trabajo en punto de cruz que me estaba costando más que la construcción del Escorial, aunque algunas entendieron que se trataba del propio Monasterio...
Pero no, para mí es una obra de arte que tiene más valor. Les cuento la historia.

En febrero pasado nos dejó DAMA, la perrita de mi hijo que tantas alegrías nos dio en sus quince años y mucha compañía me hizo cuando se quedaba en mi casa.



Así que decidí hacer algo de costura para recordarla siempre, y regalárselo a Gustavo por su cumpleaños en mayo. Pero me llevó más tiempo y más sentimientos de lo que yo pensaba...

En la página de DMC vi que podían convertir una fotografía en imagen para punto de cruz, y se me ocurrió enviar esa foto de Damita. Al pedir que sólo fueran 20 colores (que ya me parecían demasiados), la conversión se hace difícil para acoger las distintas tonalidades con tanto detalle.
Estas fueron las primeras puntadas y poco a poco se fue rellenando la cuadrícula de puntos y colores. Mi temor era que al final no se pareciera con Dama, pero creo que su mirada y su hociquito están muy logrados.





Me costó muchísimo rellenar los últimos huecos porque quedaban un par de puntos de distintos colores, y me confundía contando y llevándome por los signos explicativos, que se parecían todos. Llegué a tener hasta seis agujas enhebradas para facilitar el trabajo, pero lo normal es que justo necesitara los colores que no tenía enhebrados. En fin, cuando dí el último punto no me lo creía.




Otra historia fue decidir si el bordado lo convertía en un cuadro o en un cojín. Y cuando estaba decidida por lo último, no sabía si ponerle colores alrededor, hacer una especie de log cabin o no poner nada. Hice varias pruebas como pueden ver aquí.




Al final seguí el consejo de mi hija y dejé el trozo blanco de la tela de bordado porque resaltaba la imagen y solo le añadí un marco de color corinto, como la trasera del cojín.
Este es el resultado final




Bueno, no sé si me meteré en otro berenjenal de estos, espero que no, porque seguro que alguna dioptría perdí con el experimento, pero como dice la canción "valió la pena".
La fotocopia ampliada de donde iba copiando quedó hecha un desastre y apenas se distinguen los signos correspondientes a cada color. Juzquen ustedes...

Perdonen la calidad y la cantidad de las fotos que, aunque no reflejan la realidad, yo creo que quedó bastante bien, y lo que importa al final es que a mi hijo le gustó mucho el resultado y se ha quedado contento con el cojín que le hice.