Mario, el nieto de mi hermano, ya cumplió un añito. Seguimos recordando a la abuela Nieves que, desde donde esté, seguro que lo está cuidando mucho. Mi hermano va superando el dolor con esa ternura de nieto. Como tiene una cuna en su casa y ya se ha quedado alguna noche con él, le hice unos protectores para que no se golpee en los barrotes cuando duerme, porque da más vueltas que un trompo.
Con foam o gomaespuma finito y forrado, le hice los cuatro lados por separado para cuando sea un poco más grande pueda quitar alguno con más facilidad. Le puse unas tiras para atar a cada varilla tanto por la parte alta como por la baja y hace su función, que es lo que interesa.
La cuna que tiene mi sobrina en su casa ya tenía sus protectores, pero solamente en el cabecero y la mitad de cada lado, es decir, en forma de U, pero como ya les dije, Mario da muchas vueltas por la noche y a veces amanece "patas arriba", así que mi hermano me propuso hacer la otra mitad para protegerlo un poco más. En este caso, hice otra U con los tres lados cosidos.
No puse gomaespuma sino una boatina gruesa y además doble, con cuatro puntos de fijación para no hacer mucho acolchado, y unas tiritas también arriba y abajo que las confecciono con cinta al bies. 
Quedó un poquito más alto que los que tenía, pero ella se quedó contenta con el resultado.
Y sigo con mis costuritas...
