Ya les conté en el post anterior mi viaje relámpago a Madrid, para el que llevé el último neceser que me había hecho en las clases de patchwork.
Un neceser bastante complicado a mi entender por los distintos departamentos que contiene, pero al mismo tiempo muy práctico.
Lleva unas cuantas cremalleras, pero gracias a las indicaciones de nuestra profe, no fue eso lo que me pareció más difícil.
Todas las costuras van pulidas con una cinta al bies y sólo me falta ponerle una trabita o percherito para poderlo colgar en la parte de arriba. Es algo así como esto
Aquí no lo he encontrado en ninguna mercería todavía, y aunque mi idea era buscarlo en Madrid, al final no pudo ser, por lo que tendré que seguir buscando para la próxima vez que lo utilice, o pedirlo a través de Internet.
De todas formas, si alguna sabe donde conseguirlo, le agradezco la información.
El proceso de unir todas las partes fue un galimatías, pero al final tanto mi hermana Montse como yo lo llevamos a buen término.
Montse lo hizo ensu color preferido, el violeta, aunque las fotos no hacen justicia de lo bonito que quedó. El mío es en color verde agua o turquesa claro, no sé... y utilicé las cremalleras que Alejandro va quitando a mochilas o maletas que ya no sirven. Yo no tengo tanta paciencia, así que se lo agradezco también.
Los patrones los sacó la profe Rosi de uno que ella se había comprado en la Península y nos gustó. Ella nos fue dando las indicaciones y poco a poco, lo hicimos. En honor a la verdad, sólo lo hemos terminado Montse y yo, las más aplicadas, je, je.
Para finalizar, yo le añadí al mío unos botones, que le dan el toque de color que faltaba, ja, ja.