Como ya les había dicho en mi anterior post, estuve una semanita de viaje, razón por la que no pude estar en la Feria de Patchwork.
Está claro que no se puede estar en dos lugares a la vez, y el viaje ya estaba programado hace tiempo.
Fuimos a Huelva, concretamente a Matalascañas, con una playa preciosa de arena blanca y con la Torre de la Higuera como símbolo característico de la misma.
Cuenta la leyenda que el "tapón" que emerge en la playa de Matalascañas se encarga de que no se escape el agua del Atlántico y que si se quitara, se vaciaría.
En realidad, se trata de los restos de lo que fue en su día una torre vigía, volcada y reducida a ruinas por el Terremoto de Lisboa de 1755 que afectó a toda la zona creando un tsunami, y erosionada por los movimientos continuos del mar.
Bien cerca nos quedaba la Aldea del Rocío, así que no podíamos dejar de visitarla cuando ya estaban con los preparativos para su romería, manifestación religiosa popular en honor a su Virgen del Rocío.
También fuimos a Cádiz un día y aunque todo fue muy rápido, mereció la pena la excursión para ver la llamada "Tacita de plata".
Este es el monumento al Centenario de la Constitución de 1812 (la llamada Pepa) que está en la ciudad.
Desde aquí, quiero agradecer a Rocío, del blog
Unas gotas de rocío, las indicaciones y consejos que me dió en este viaje. Al final, no pudimos conocernos en persona, pero espero que haya una nueva ocasión.
